El primer objeto extraño lanzado desde la antigua Oslo a la fe arrolladora de la novela del siglo XIX en la representación es Hambre, del noruego Knut Hamsun, un breve libro imposible que anuncia la neurosis por venir. Nina Lykke, comediante, le hace un homenaje a ese mártir en el reciente No hemos venido a divertirnos. De las grandes exploraciones del yo hasta la denostada literatura del yo hay un camino hecho a fuerza de fragilidad, honestidad y descreimiento. La narrativa noruega se mueve entre la vanguardia y la comedia, entre el desconcierto y la risa. El yo, el yoyo y el yo es otro en una trama literaria poderosa.
Leeremos tres libros muy breves de autores noruegos:
Hambre, de Knut Hamsun
Un vasto y desierto paisaje, de Kjell Askildsen
No hemos venido a divertirnos, de Nina Lykke